Querido Rontxi:
Por fin he podido robar un poco de tiempo en la relojería para escribirte. No ha sido fácil, he tardado ocho horas en noquear al fornido relojero con un discurso memorizado de Fidel Castro. El caso es que he dilapidado el tiempo rellenando sudokus y no queda nada para ti.
Abrazos
Tronch.
P.D: Complétame éste, por lo que más quieras. He apostado alto con un arenque a que lo resolvería antes del amanecer.
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