Mi querido Rontxi:
Convalezco. Ayer llegó al taller ese aroma a galletas caseras y recién horneadas procedente de la cocina de los vecinos. Cuando salieron de casa no pude resistirme y forcé su cerradura con el bate de béisbol. Y a la cocina que fui. Me puse hasta las cejas y allí mismo quedé dormido panza arriba, arrullado por el soniquete del lavavajillas. Llegó la vecina con cara de pasa:
- Y tu qué
- qué de qué.
- Eso, que qué.
- Que qué hace aquí a estas horas.
- ¿Cómo que qué? Esta es mi casa.
- Y qué. Esa respuesta no me vale. Yo también estoy aquí y no es la mía.
Me sacó las galletas del estómago a rodillazos. Hechas papilla.
Fuerte abrazo,
Tronch
1 comentario:
qué buen uso del "qué" acentuado y el "que" sin acentuar.
Mi más sincera enhorabuena por tu lograda ortografía.
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